Injusticia, desigualdad e individualismo

Injusticia, desigualdad e individualismo



Injusticia, desigualdad e individualismo. Sin duda estos son algunos de los males que se vienen acentuando cada vez más en la sociedad chilena, especialmente desde la dictadura, cuando se empezó a regir por la lógica del libre mercado y la meritocracia, asumiendo que cada uno cuenta con los medios para alcanzar lo que se proponga, sin necesidad de recurrir a terceras partes (salvo la familia y de vez en cuando un subsidio del Estado). Es así como tristemente durante este período se pasó de ser una sociedad empoderada, que vivía para y por la comunidad y que hacía uso del espacio público - basta con recordar las multitudinarias marchas de los tiempos de Allende- a ser una sociedad que co-habita un mismo espacio, pero que no posee intereses comunes, ni motivos por los cuales formar comunidad, que se palpen en el uso que se les da a los espacios públicos.

Para que se entienda bien, un ejemplo. Hace poco tiempo, Humberto Maturana, en una charla[1], contaba a modo de anécdota y enseñanza que en  1951 participó en una reunión con otros estudiantes de distintas identidades políticas, en donde se les preguntó cuáles eran sus propósitos. La respuesta fue: Devolverle al país lo que había recibido de él. En 1978 él preguntó a sus estudiantes de medicina cuál era su propósito con estudiar. La respuesta general fue: Entrar al mercado laboral.

Afortunadamente, hoy vemos cómo el péndulo de la historia se vuelve a mover, inclinándose hacia el lado del espacio público y la constitución de lo que podríamos denominar “comunidad”. Hace casi diez años que los jóvenes despertaron del letargo en que se encontraban, remeciendo no sólo a sus pares, sino que al país entero. A partir de este “despertar” de la consciencia común en los jóvenes- 2006, y con particular fuerza, el 2011- es que se han realizado marchas por la educación de manera bastante frecuente y con una alta adhesión; marchas en las que han participado profesores y familias completas, que consideran que es necesario realizar mejoras en la educación, para que el país avance en términos de equidad y bienestar. Sin embargo, estas marchas -en general- pacíficas, en las que se promueven causas justas, se han visto opacadas por sucesos como el ocurrido el pasado 14 de mayo, cuando dos jóvenes estudiantes de Valparaíso, Diego y Exequiel, fueron asesinados. 

En torno a los hechos, se han dicho varias cuestiones que nos parece se deben rechazar categóricamente. Algunos han intentado justificar el actuar de Giuseppe Briganti, el presunto autor de los asesinatos, en una protección de la propiedad privada. A propósito de ello es que han aparecido comentarios del tipo “los comunistas siempre se hacen las víctimas”, “no eran blancas palomas” o “se lo buscaron”, que no pueden más que generarnos pesar, ya que si  hubo una discusión previa o si es que efectivamente se rayó un muro, este hecho puede servir, a lo más, como una atenuante, pero nunca, nunca, como una causal de justificación. Los hechos previos al asesinato no aminoran en lo absoluto lo repudiable y condenable del hecho.

Giuseppe es un producto de esa sociedad fragmentada que describíamos más arriba. Él estaba cuidando su pequeño espacio propio. Qué importa la movilización, para qué tratar de transformar el mundo, qué iluso. Mejor es aprovechar ese tiempo en producir dinero para comprar un auto deportivo y ufanarme de ello en facebook, eso sí es felicidad. Y no importa cómo me gane el dinero, no importa si es por medio de alguna actividad ilícita, a través de la cual daño a otro, si primero estoy yo, segundo yo, y tercero yo.

En la responsabilidad por estos resultados no se pueden quedar afuera los medios de comunicación. Los canales de televisión abierta y de prensa escrita más tradicionales y masivos han apocado sistemáticamente la relevancia del movimiento estudiantil. Inolvidable fue la vez en que el noticiario de TVN relató noticias sobre el movimiento con la imagen de un encapuchado de fondo[2]. La prensa, salvo excepciones, se ha encargado de criminalizar el movimiento estudiantil. Y a los delincuentes se les castiga. Pues bien, tal vez por eso Giuseppe se sintió con el derecho a disparar, porque claro, esos inútiles subversivos son delincuentes que merecen castigo.

Los jóvenes de la última década han dado una hermosa muestra de valentía y rebeldía. Han estado inspirados por un espíritu de cambio, de transformación, que emana de la impotencia de ver y sufrir con un sistema absurdamente desigual. De la misma forma, la Juventud Franciscana no puede quedar al margen de las reivindicaciones sociales. En efecto, si no somos indiferentes ante el Jesús crucificado, tampoco podemos ser indiferentes ante la muerte de Exequiel y Diego. Su muerte también es escandalosa porque es la muerte de dos inocentes que aspiraban a un cambio radical de la sociedad.  Los clavos se transformaron en balas.

¿Cómo debemos responder? Con más amor. Acá es bueno traer a colación otra imagen, antigua, pero que vale la pena repetir cuantas veces sea necesario. El 2011, en una de las marchas que terminó más violentamente, fueron quemadas las puertas de la Iglesia de los salesianos. Meses después, en la caminata de Alberto Hurtado, en las puertas apareció un lienzo que decía simplemente “el amor es más fuerte”. De la misma manera, debemos tener confianza en la capacidad transformadora del amor. Como decía Violeta, al malo sólo el cariño lo vuelve puro y sincero.

El llamado consiste en vivir el evangelio acorde a la propia realidad. Francisco cambió la iglesia viviendo la pobreza más radical, así es como él sentía el evangelio. Cada uno de nosotros debe también cuestionarse constantemente de qué manera vive más intensamente el evangelio. Cualquiera sea la forma, la aspiración de cambio es algo que va inevitablemente ligado al mandato de amor que nos deja Jesús (Jn 14, 34).

Marioly Torres,
Francisco Belmar.



[1] Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=3rEwfv4kZ-U. El relato lo cuenta en los tres primeros minutos.
[2] Para el recuerdo: http://www.cooperativa.cl/noticias/sociedad/medios/television/tvn-reconocio-error-al-usar-imagenes-de-encapuchados-para-describir-la-movilizacion-estudiantil/2011-07-26/114017.html.

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